No sabes hablarte.
Mira dentro.
Vi un lobo en el lecho de tu rostro, casi en negro.
Y no supe cómo hablarle y no supe ver su miedo.
Como lobos, como lobos, como lobos, como lobos.
Si no sabes cómo hablarte, mira dentro, mira dentro.
(La voz vive rota dentro)