
Una sonrisa hecha mueca en la boca
y un andar cansino como de cachorro guacho,
salta por las calles, continentes de sombras,
de soles y charcos.
Las manos escondidas, entre las mangas largas,
de un saco viejo, que por no tirarlo,
le dieron, por que él siempre heredará las sobras
y los trapos gastados
Y paga la doméstica bondad de las señoras
que creen comprar el cielo con un par de zapatos.
El anda que te anda pagando las limosnas,
calza del treinta y tres, hasta el cuarenta y cuatro.
Los domingos en misa, él pasa la canasta
para la eterna escuela o el nuevo hogar de ancianos.
Quiere ser monaguillo para vestir de ángel
y preguntarle a Dios si es que no está soñando.
Le dirá el señor cura, le dirá que irá al cielo,
por desinteresado
y el saldrá corriendo mirando para arriba,
con las pupilas llenas de lágrimas y pájaros
y casi siempre son sus suelas desclavadas,
las que dan con sus sueños en el barro
y se ríen los malos de camisa de hilo y pantalón de paño…
y con él se entretiene el triste cabecilla,
ese al que todos odian y obedecen callados,
al que todos festejan la brutal cobardía con que la mano cruel
de aquel hijo de puta, lo revuelca en el barro.
Ríen las muchachas cuando lo ven de lejos mirarlas embobado,
el seno púber, las trenzas largas, su andar de aire, los dulces lábios,
sus ojos no veían mas que la luz en ello, el amaba sólo la
virginal belleza
él hubiera querido prenderles una rosa de aromas y de sueños
sobre la paz del pelo. Traviesas, al fin niñas,
las incipientes hembras,
juegan con su rubor y el corre avergonzado.
Si es que no lo echa el dueño de
la fonda,
lo sientan entre ellos los eternos borrachos,
para cambiar un poco sus rutinarias vidas,
la tremenda inconsciencia de sus mundos opacos.
Y le temen los niños cuando pasa a su lado,
por que dicen las viejas que se roba a los chicos
entre las mangas largas que le tapan las manos
Y el tonto les sonríe con su mirada buena, con su cara de viejo mezcla
de idiota y sabio. No tiene mas remedio que guardar las caricias entre las
mangas largas que le tapan las manos y…
Cada pueblo tiene su tonto que lo alegra
el de patada en el culo, el eterno mandadero.
el que vive de miserias
Pero, ¿a donde irá el mundo, la gente, a que tristeza,
si se quedara un día sin los tontos? ,
el que pregunta a Dios si es un ángel de veras
o es un sueño que él tiene por detrás de los ojos
y siente azul la voz de la respuesta:
-eres mas que un ángel, por ser bueno, por ser tonto,
eres manso, eres, lo que llamo… un poeta.
Rafael Amor