PARA MIS LECTORAS, Y PORQUE NO ALGUNOS LECTORES DE ESTA PÁGINA PARA QUE LUEGO NO DIGAN QUE NO LOS ATIENDO
Autor invitado: JoanG. (periodista, Barcelona)
Me van ustedes a perdonar pero al hilo de mis investigaciones de los bajos a fondo,hoy el que me he venido abajo he sido yo. Y se preguntarán ustedes el porqué de este hundimiento repentino. Pues porque me acaban de entregar el Pequeño libro de los grandes penes (The little book of big penis), de Taschen, al calor de mi comentario el otro día sobre el de los pubis (¡y mira que yo pedí el de culos!)… La intención era comentarlo aquí en un futuro cercano, pero ha sido verlo y… no me he podido contener. Una edición penial (la biblia fálica, lo llaman algunos) es ésta, así como para llevar en el bolso y mirar de reojo de rato en rato, mientras una o uno toma café, revisa el informe último de la cotización de la Bolsa, atiende las indicaciones del jefe en la reunión de la mañana o repasa los apuntes en el laboratorio con la intención de combatir ese virús que va a acabar con nosotros y el mundo a la voz de ya…
Preparado para salir a la venta en el mes de mayo, me he dicho, se trata de una suerte de regalo del Día de la Madre, que la madre en cuestión nunca podrá olvidar. Y en el seno del retozo familiar, me temo, ya la cosa nunca volverá a ser contemplada igual.

Este chico se hace llamar CG Kelly y aparece vía Burbujas de deseo, revista online de moda, sensualidad y belleza masculina. Para amantes de cuerpos, gais y/o heteros, con enlaces a decenas de páginas de modelos, fotógrafos y asuntos de moda y estilo, un filón bien lustroso. Ojo, porque Kelly no está incluído en el libro de Taschen.
Para que no crean que exagero o miento, les dejo ejemplo en este enlace y les invito a que corran (figuradamente) hacia sus páginas; miren, midan y concluyan. Lo de mi querida artista preferida Mouse, cuando hablé de sus facultades deportivo-vaginales, no es nada comparado con la de funciones que se me ocurre deben ejercer aparatos como estos.
¿O será todo pose y ficción artificial?
El texto introductorio de esta mini versión simula una carta de un lector imaginario que les dice así a los de Taschen: “Estimados señores: el problema no estriba en que no aprecie el Big Penis Book, sino quizá en que lo aprecio demasiado. Ahora, cuando salgo de casa sin él, me siento inquieto, y los largos viajes de negocios son simplemente una tortura. ¿No sería posible publicar una versión de dimensiones más reducidas pero llena a rebosar de hombres con genitales de generosísimas proporciones, un libro que no forme un bulto sospechoso en mi equipaje de mano? …”.
Y dicho y hecho. Lo han impreso. El gran libro del pene (del que sacaron hastaedición en 3D con sus gafitas de regalo y todo en 2011) se ha convertido en pequeño, casero y de bolsillo. Pero es lo único que ha cambiado (¿reducido, pero igual?).
The Little Book of Big Penis