No importa si eres periodista, albañil o estudiante, si estás en una manifestación diez, doce o quince policías puede rodearte, patearte las higadillas, darte un par de buenas hostias, detenerte y arrastrarte a un furgón acusándote de cualquier cosa.
Así es la España decrépita. Esa que está llena de hipócritas que justifican una violencia y otra no, que comparan represiones para dar por buenas unas con respecto a otras peores.
Fuente: http://www.jrmora.com/blog/