Tiene muchas más dioptrías en uno ojo que en el otro, y, en consecuencia, la lente de sus gafas es mucho más gorda a un lado que al otro.
Cuando estás cara a cara con este tipo, esa mierda te produce un efecto muy sucio, una distorsión en la percepción que enrarece el ambiente y te produce unas nauseas muy ligeras pero a la vez muy profundas, una especie de estado febril muy suave, una sensación de asco pero como con sordina. Quiero decir que todo ocurre bastante en el terreno del subconsciente.
A la gente le cae mal este tío, todo el mundo lo odia, pero nadie sabe muy bien por qué.
Es ese ojo asqueroso.
El blog de la abuela bloguera